El Real Madrid continúa su particular procesión hacia el título de Liga en Sevilla. Tras sellar el pasado martes el billete para las seminales de la Champions, los hombres de Carlo Ancelotti se tienen que volver a poner el traje del campeonato nacional para afrontar uno de los grandes obstáculos que deberán superar antes de poder cantar el alirón. Los blancos saben que si ganan en el Ramón Sánchez-Pizjuán darán un paso muy importante hacia el objetivo.
El Real Madrid llega a la capital de Andalucía eufórico. Lo que se vivió el pasado martes en el Santiago Bernabéu fue otra noche mágica. Cuando parecía que lo del PSG era insuperable, llegó el Chelsea, se puso 0-3 y los blancos terminaron haciendo dos goles para remontar una eliminatoria que parecía que tenían ganada tras el 1-3 conseguido en la ida en Stamford Bridge. No obstante, Ancelotti ya ha hecho ver a sus jugadores que deben volver a la calma y centrarse en el trascendental duelo frente al Sevilla.
Para este partido Ancelotti no podrá contar con Casemiro, sancionado, y Mendy, lesionado. Tampoco está Marcelo, por lo que el lateral izquierdo será Nacho, mientras que la gran novedad en el centro del campo podría ser Eduardo Camavinga, que lo hizo muy bien frente al Chelsea. El que sí regresa al centro de la defensa es Militao, que no pudo jugar frente a los ingleses en Champions por acumulación de amarillas y el Real Madrid le echó mucho de menos.
En la delantera, el Real Madrid se apoyará de nuevo en el gran estado de forma de Benzema, con 38 goles en 38 partidos. Ancelotti no esconce que el francés es capital en su equipo, pero es que los números le dan la razón. A su lado estará un Vinicius Junior que partido a partido crece en madurez.
Último tren hacia la Liga
El Sevilla afronta su última oportunidad de acercarse al líder y soñar con el título, un objetivo que se ha ido diluyendo con el paso de las jornadas, con sólo una victoria y seis empates en los últimos 10 encuentros de la Liga. Pequeños tropiezos que han disminuido sus opciones a base de frenazos.
El principal punto negativo de los hispalenses es la plaga de lesiones que arrastra durante toda la temporada. Sin embargo, las recuperaciones de Acuña y Delaney, que han entrenado con sus compañeros esta semana, liberan la enfermería, donde ahora solo quedan Fernando, Rekik y Suso. La plantilla ha llegado a su límite físico en alguna ocasión, pero ahora Lopetegui podrá sacar al césped a su once de gala.
El Sevilla también tiene a su favor la fortaleza en su feudo, donde todavía no ha ganado ningún equipo como visitante en la Liga. Sólo una derrota, ante el Lille en Champions, es el balance perfecto para recibir al Real Madrid, que, sin embargo, lleva dos temporadas consecutivas venciendo en el Sánchez-Pizjuán.
